UN PUNTO TRABAJADO
En el día del trabajador, contra un rival que mostró
mejores argumentos para llevarse los tres puntos, el empate en cero terminó
siendo resultando favorable para un Hijoriokio FC que se mostró firme y seguro
en la marca, pero al que le costó demasiado hacer dos pases seguidos.
A pesar de ser 1º
de mayo, feriado nacional, todos los laburantes del Roko (?) menos Juanse
(viaje laboral) y la Chula (se confirmó la lesión en la rodilla) dijimos
presentes en el predio de P&E. En
una tarde con clima tan húmedo como chuchi de niña de 17 que está a punto de
ser desvirgada, nos vimos las caras con quien marcha segundo en la tabla de
posiciones. De ante mano, sabíamos que muy probablemente tendríamos un partido
complicado.
Antes de narrar lo
sucedido en el partido, merece destacarse la mala suerte que tuvimos en el
“sorteo” de ternas arbitrales. Nos tocó un réferi que era un desastre y dos
jueces de línea a los que todavía no le salieron pelos en los huevos. En fin,
poco serio.
A pesar de que en
el primer cuarto de hora el partido fue muy parejo, a partir de allí, se vio un
Lacali totalmente dominador. Con algunos buenos jugadores en mitad de cancha y
delanteros picantes, nos arrinconó contra el arco del Gary. Las pocas veces que
recuperábamos la pelota, tirábamos pelotazos a la nada misma o, en el intento
de gestar una jugada tocando por abajo, la perdíamos rápidamente por lentitud o
imprecisiones nuestras. A pesar de ello, la única jugada clara de gol que tuvo
el rival fue un tiro en el travesaño que se originó en una salida rápida por el
sector derecho de la mitad de cancha y que terminó por la zona izquierda
gracias a buen centro cruzado. Charles respondió con seguridad en un tiro libre
y cortando un par de centros. En el medio de todo esto, Queque ligó un patadón
y Bocha pegó tremenda murra, pero en ninguna de las dos jugadas el juez sacó
tarjeta amarilla. Obviamente, el partido se calentó.
Ya con la lluvia
como protagonista, el segundo tiempo siguió con la misma sintonía. Lacali
manejando el balón y adueñándose del mediocampo. Aunque de a poco se fue
quedando sin piernas y nos dio alguna chance de gol. Zafamos increíblemente en
una jugada en la que un delantero rival aprovechó una insólita pifia de Recondo
para encarar al Gary y, después de dejarlo en el camino, definir sin la fuerza
necesaria dándole tiempo a Matraka para redimirse y sacar la pelota en la
línea. Sobre el final y con Queque jugando de central, gracias a sus pelotazos,
tuvimos dos posibilidades claritas. Primero Buncho quedó mano a mano, pero su
definición cruzada pasó pegadita al palo. Casi en la última jugada, Javata se
interpuso en un “centro” del Lechu desde mitad de cancha que tenía destino de
red, pero le dio con su terraza con forma de pija para tirarla por arriba del
travesaño desde adentro del área chica. Igualmente, una victoria nuestra
hubiese sido injusta.
Lo más lindo de los
segundos cuarenta minutos se dio casi sobre el final del partido, cuando el
Trinche MVP Topadora Pratto Birome y su hermano Recondo empezaron a discutir
por una jugada aislada. Entre tantos insultos, lo más gracioso fue cuando se
cruzaron las palabras mágicas “sos un
gordo choto”; “no, vos sos un choto”
ante la atónita mirada de los delanteros rivales que no podían creer que
faltaban un par de minutos para el pitazo final y aún no habían logrado
hacernos un gol. Por suerte, no pudieron y terminamos valorando el punto
conseguido. Ahora a no relajarse y a buscar un triunfo el próximo sábado.
by JMO
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